Estuve en el concierto de Salamanca y como siempre invité, esta vez, a dos familiares que salieron encantados. Raphael, magnífico. Un broche brillanta a esta gira tan espectacular. El único pero hay que ponérselo a la organización. Había entradas duplicadas y con los músicos en el escenario, todavía había gente de pié en el pasillo. Mucho follón. Empezó unos quince minutos tarde y no cantó Yo soy aquel, pero al final la gente, entusiasmada y aplaudiendo a rabiar. Raphael te hace olvidar todos los problemas. Saludos. Mary.